HÁBITO 7

AFILE LA SIERRA.

Hay que detenerse un momento a descansar y reflexionar sobre cómo se están haciendo las cosas, y tratar de corregir lo que hace complicar lo que hacemos. Este capítulo comienza con la historia de un leñador que se encuentra tan sumido en su trabajo de cortar árboles, que olvida de dedicar unos minutos a afilar su sierra, si lo haría ahorraría muchas horas de esfuerzo.

El séptimo hábito es el de renovación personal. Tiene que ver con renovar las 4 dimensiones de las cuales se compone el ser humano: Física, Emocional / Social, Espiritual y Mental.

La dimensión física: Supone cuidar nuestra integridad física buena alimentación, descanso adecuado y ejercicios de manera habitual son las bases para una buena salud. En este sentido el ejercicio tiene una acción doble porque adema de fortalecer nuestro cuerpo desarrolla nuestro sentido de la voluntad para practicarlo.

Renovación Espiritual: Nuestro espíritu es el centro de nuestros valores, por lo que este aspecto es tan importante como el físico. La renovación espiritual se consigue por medio de todo aquello nos reúne con nuestros más íntimos y mejores valores.

Renovación Mental: La renovación mental trata del enriquecimiento de nuestro intelecto y esto se puede conseguir de diferentes maneras: leyendo, escribiendo, planificando, etc.

La dimensión social / emocional: La socialización es otro de los aspectos importantes de la renovación y está íntimamente ligado a los valores y principios con los que tratamos para poder hacerlos los demás con efectividad.


Nota: algo que me gusto de (Stephen Covey) es una nota personal que dijo al final de su libro Creo que hay partes de la naturaleza humana que no pueden alcanzarse con la legislación o la educación; para abordarlas se necesita el poder del Señor. Creo que como seres humanos no podemos perfeccionarnos. En la medida en que seamos coherentes con los principios correctos, dentro de nuestra naturaleza se desencadenarán dones divinos que nos perfeccionarán. 

En palabras de Teilhard de Chardin, «No somos seres humanos que tienen una experiencia espiritual. Somos seres espirituales que tienen una experiencia humana».

Personalmente estoy en lucha con muchas de las flaquezas que he señalado en este libro. Pero la lucha vale la pena y en ella me realizo. Da sentido a mi vida y me capacita para amar, servir y tratar de hacer felices a los otros. Una vez más, T.S. Eliot expresa bellamente mi propio descubrimiento y mi propia convicción: «No debemos dejar de explorar. Y al final de nuestras exploraciones llegaremos al lugar del que partimos, y lo conoceremos por vez primera».



 



1 comentario:

  1. Que tal Lluvia, tu blog está muy ordenado y las pestañas ayudan mucho, te felicito, por otro lado me gustaría que me comentaras que de los hábitos te parece interesante y qué harías para ponerlos en práctica.
    Saludos cordiales

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